La prohibición de la caza recreativa en nuestros Parques Nacionales
Los ungulados desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas españoles, donde especies como el ciervo, el jabalí y el gamo son parte integral del paisaje natural. Estos animales no solo contribuyen a la biodiversidad y al equilibrio ecológico, sino que también tienen un impacto significativo en la gestión de los recursos naturales y en la economía rural del país. A través de su comportamiento de pastoreo y dispersión de semillas, los ungulados ayudan a mantener la salud de los bosques y praderas, promoviendo la regeneración de la vegetación y la fertilidad del suelo.
Sin embargo, el aumento descontrolado de las poblaciones de ungulados puede plantear desafíos significativos en términos de conservación y gestión ambiental. En España, donde la caza y la actividad forestal son parte importante de la cultura y la economía, un incremento excesivo de ungulados puede resultar en daños a los cultivos, la vegetación y la infraestructura rural. Por lo tanto, la implementación de políticas de gestión adaptativas y sostenibles se vuelve esencial para garantizar el equilibrio entre la conservación de la biodiversidad y las necesidades humanas, asegurando así la salud a largo plazo de los ecosistemas españoles y, en concreto, de los Parques Nacionales.
La prohibición de la caza recreativa en Parques Nacionales
En España, está prohibida la actividad cinegética en estos ecosistemas desde diciembre de 2020, una medida que genera discusión entre científicos y cazadores. Una de las razones principales por la que no se ha recuperado esta actividad, es por cómo está vista la caza por la sociedad, un tema delicado que la población ve con desconocimiento y rechazo. Por ello, el primer desafío al que se enfrenta la gestión de los ungulados silvestres en los Parques Nacionales es transmitir a la sociedad la utilidad del control letal de poblaciones para contribuir a la regulación de las poblaciones y, particularmente, transmitir los desafíos que supone renunciar a la caza recreativa.
Diversos científicos de entidades como el IREC – CSIC, UCLM, JCCM… han realizado un estudio en el que se analizan los beneficios y oportunidades de la reintroducción de la caza en estos lugares. En España existen 16 Parques Nacionales, de los que 14 cuentan con la presencia de ungulados silvestres, once de estos Parques Nacionales incluyen el control letal poblacional de ungulados silvestres en sus planes de gestión, y el mismo número ya había informado de consecuencias ecológicas negativas asociadas a las altas densidades de ungulados antes de la entrada en vigor de la prohibición de la caza recreativa.
Fuente: IREC
Excluir la caza recreativa en los Parques Nacionales no solamente priva a la sociedad de una herramienta de gestión arraigada en nuestras prácticas culturales, sino que también representa una oportunidad perdida para promover un modelo de caza sostenible y ejemplar. La caza recreativa, cuando se lleva a cabo de manera responsable y bien regulada, puede desempeñar un papel vital en el manejo de poblaciones de ungulados y en la conservación de los ecosistemas. Permitir la caza en los Parques Nacionales sería una forma de establecer y demostrar prácticas cinegéticas ejemplares, basadas en criterios técnicos y científicos, y en medidas de gestión respetuosas con la vida silvestre y los objetivos de conservación de estos espacios naturales. Además, comunicar de manera transparente estas acciones a la sociedad sería fundamental para promover la comprensión y el apoyo hacia estas prácticas de gestión.