A new fear among hunters and ranchers
Se ha detectado por primera vez en España un caso de una enfermedad hemorrágica que afecta gravemente a rumiantes tanto salvajes como domésticos. El foco se ha producido en dos explotaciones ganaderas andaluzas, pero también se han observado ciervos obtenidos en el territorio. Todo ello tan solo dos semanas después de que se detectara el primer brote en territorio europeo, concretamente en Cerdeña.
¿Qué es la enfermedad hemorrágica epizoótica?
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHD) es una de las enfermedades más importantes de los ciervos en América del Norte. Los virus de la enfermedad se propagan periódicamente provocando graves epidemias en las poblaciones silvestres. Los ciervos son los más afectados, pero también pueden verse afectados otros ungulados salvajes como el gamo y el corzo.
La epidemia se transmite por la picadura del mosquito Culicoides y no es transmisible a humanos, aunque se recomienda no consumir carne de individuos posiblemente afectados o sintomáticos. La enfermedad ha evolucionado debido a la abundancia del mosquito vector, que está activo a finales de verano y otoño y muere con las heladas invernales. Esto le ha permitido extenderse a países de la cuenca mediterránea, extendiéndose a especies en Israel, Argelia, Túnez, Turquía y ahora también en España.
Ciervo en el centro de atención
Los ciervos son las especies más afectadas por este virus, en el que la enfermedad puede manifestarse de tres formas diferentes, según el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Iowa:
Forma hiperaguda: sus síntomas son fiebre alta, anorexia, debilidad, dificultad respiratoria e hinchazón severa de cabeza y cuello. Los ciervos afectados generalmente mueren dentro de las 8 a 36 horas posteriores a la infección.
Forma aguda: Además de los síntomas anteriores, se presenta mucosidad y salivación (a veces acompañada de sangrado), así como úlceras en la lengua o el paladar. También tiene una alta tasa de mortalidad.
Forma crónica: los ciervos están enfermos durante varias semanas pero se recuperan gradualmente. Después de la recuperación, estos venados ocasionalmente desarrollan grietas o anillos en los cascos causados por interrupciones del crecimiento y pueden volverse cojos. En casos severos, las paredes de las pezuñas de los animales se desprenden; algunos de estos ciervos se pueden ver arrastrándose sobre sus rodillas o sobre su pecho.
Como hemos podido analizar, es una enfermedad que hace sufrir mucho a los animales afectados. En la mayoría de los casos provoca una muerte progresiva, mientras que los que se salvan siempre viven con secuelas. Afortunadamente, los ciervos muertos no son una fuente de infección.
Un problema en la ganadería
Esta enfermedad sin cura preocupa a todo tipo de ganaderos, ya que España ha perdido su estatus de país libre de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica Epizoótica (EHE) ante la OMSA, requisito que se pedía en muchos países para exportar ganado vivo. Se permite el despacho de materiales como productos lácteos, carne, cueros, pezuñas, lana y fibras, según la nota informativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Las más afectadas por esta epidemia son las explotaciones ganaderas, especialmente las de las provincias de Sevilla y Cádiz, que en su mayoría se dedican a la exportación a países de la cuenca mediterránea.
Por eso hablamos con Enrique Balletbó, un ganadero que exporta a Marruecos. Enrique afirma que esto ha supuesto la paralización de todas sus explotaciones que seguían un ciclo en el que los últimos meses de vida de los terneros transcurrían en Marruecos. Estoy sin trabajo hasta que encuentre otro mercado para estos animales”, dice.
A corto plazo, no hay solución a este problema y no hay instalaciones para estos ganaderos. Por el momento, los brotes son aislados, pero esto no sirve de nada si los ciervos afectados permanecen en el campo.
La caza como posible solución
Las autoridades recomiendan no cazar ciervos de este tipo de especies, aunque posiblemente sea la solución más eficaz para evitar que la enfermedad se extienda a más territorios. Si no se toman las medidas a tiempo, el ciervo acabará como la cabra montés con sarna. Si no se controlan y cercan, la población de ciervos y otros rumiantes disminuirá e incluso desaparecerá en algunas áreas.
Una vez más apostamos por la caza como herramienta de gestión en la aparición de enfermedades y hacemos un llamamiento a las autoridades para que no tomen medidas demasiado tarde.
Autora: María Balletbó