Arruí, una especie introducida

Las especies invasoras son animales introducidos de forma natural, accidental o intencionada en un medio que no es el suyo y que, después de cierto tiempo, consiguen adaptarse a él y colonizarlo. Estas especies son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Podéis saber más sobre especies invasoras en España haciendo CLICK AQUÍ.
El arruí ha sido calificado como especie exótica invasora , aunque, a fecha de hoy, no existen estudios científicos que hayan verificado un daño sobre la flora y fauna autóctonos. Es por ello que hablaremos del carnero de Berbería como una especie introducida.
El muflón del Atlas
Esta especie es un bóvido muy emparentado con las cabras, cuyo hábitat natural son las zonas montañosas del norte de África, Sáhara o Magreb. Su aspecto es semejante al del muflón y tanto machos como hembras poseen cuernos, que crecen durante toda la vida. Aunque su característica más representativa es el enorme penacho de pelo que cuelga de su cuello y patas delanteras.
Esta especie se desenvuelve bien en zonas áridas y semidesérticas. El color es rojizo o pardo claro, similar al de la arena de los desiertos donde vive, ligeramente más claro en la parte inferior del cuerpo y en machos viejos la crin y las barbas es color negro.
Introducción en España
El arruí fue introducido en España con el fin de ser aprovechado para la caza, concretamente, se introdujeron 9 machos y 18 hembras en el Parque Natural de Sierra Espuña (Murcia). Al no contar con depredadores naturales, se fueron extendiendo en pocos años a zonas limítrofes como Sierra del Gigante o Cambrón. También se introdujo en la isla de Palma, esto puso en peligro la flora insular autóctona, hasta tal punto que el cabildo insular tomó cartas en el asunto y autorizó la eliminación de parte de la población. Sin embargo, lo escarpado del terreno dificultó en gran medida esta tarea.
No solo ha sido introducido en la Península Ibérica como especie de caza mayor en Texas, Nuevo México y California, podemos encontrar grandes cotos con grandes trofeos.
¿Es una especie exótica?
En un principio, podemos decir que se cumple la condición de exótico, pero vale la pena conocer que desde hace muy pocos años se han descubierto fósiles en Francia y en España. Por lo que, el arruí, ya habitaba en el arco mediterraneo miles de años atrás.
Consecuentemente, se ha propuesto descatalogar las poblaciones exóticas de arruis localizadas en la España continental con base en la carencia de datos empíricos que demuestren efectos deletéreos sobre fauna y flora,más allá de los ocasionados por otros ungulados herbívoros autóctonos. En otros estudios se señala una cierta preferencia alimenticia por los pastos naturales.Esto ha llevado a varios autores a plantear la posibilidad de que el arrui, como especie preferentemente pastadora, ejerza un papel particular en los hábitats del sureste peninsular, facilitando teóricamente una mayor heterogeneidad paisajística y el consecuente aumento de la biodiversidad asociada. En todo caso, se hace notar la necesidad de continuar con las investigaciones y conocer más a fondo la situación.
Recechos de arruí en España
Los recechos de arruí son emocionantes tanto si vamos a por machos o hembras. Las hembras son más accesibles a un menor precio, recechos baratos que nos iniciarán en esta modalidad. Los trofeos son muy bonitos, pues a diferencia de otras especies de caza mayor, tienen una longitud de cuerno considerable.
Este animal se puede cazar casi todo el año. Por lo que podemos estar recechando cuando otras especies están en veda. La mejor época para cazar animales grandes es en verano. Sin embargo, debido a la buena alimentación de algunas zonas, las hembras entran en celo varias veces al año, y es fácil conseguir buenos trofeos durante el invierno.
Su caza atrae a miles de cazadores al año y genera grandes beneficios para zonas rurales donde se encuentra. Puesto que su carne tiene un gran valor culinario, es muy apreciada en las zonas del levante español.
Autor: María Balletbó