Monterías del Sur y Batidas del Norte
La caza es una de las actividades más tradicionales y arraigadas en la cultura española, pero como ocurre con cualquier otra práctica, existen diversas formas de ejercerla que varían en función del terreno, el tipo de caza y las tradiciones locales. En este sentido, las monterías del sur y las batidas del norte representan dos modalidades muy distintas, pero ambas cargadas de historia y dificultad.
No se debe caer en la tentación de comparar de manera reductiva o jerárquica ambas formas de caza, ya que son el reflejo de diferentes idiosincrasias, tanto de los cazadores como del propio entorno natural. Mientras que algunas voces en el ámbito cinegético del sur defienden las monterías como la caza "más pura" y prestigiosa, aquellos que practican las batidas en el norte reivindican la profundidad de una tradición más íntima y ligada al paisaje, como es el caso de la caza en los Pirineos, la cual se adapta de manera más orgánica al terreno montañoso y a la necesidad de un enfoque social y sostenible.
A continuación, desglosamos las diferencias clave entre estas dos modalidades de caza, respetando su particularidad y la importancia que cada una tiene en su contexto regional.
Montería: Caza en el Sur de España
La montería es una modalidad de caza mayor organizada, en la que se utiliza un sistema de puestos fijos en un monte previamente cercado. En ella, los cazadores se distribuyen en "armadas", que son grupos de cazadores ubicados estratégicamente para realizar disparos a los animales que se movilizan gracias a la acción de los rehaleros y sus rehalas. En el sur de España, y especialmente en las zonas de Andalucía y Extremadura, la montería se ha convertido en un símbolo de la caza, rodeada de tradición, lujo y un gran despliegue de recursos humanos y materiales.
Las rehalas, formadas por perros de distintas razas, desempeñan un papel esencial en este tipo de caza. Su misión es localizar a los animales y dirigirlos hacia las posturas de los cazadores. Estas rehalas, a menudo con más de 20 perros, son el alma de las monterías.
Características clave de la montería:
- Mancha: El terreno en el que se practica puede estar cerrado, lo que aumenta la concentración de animales.
- Uso de rehalas: Los perros son fundamentales para el éxito de la montería, ya que deben localizar a los animales y llevarlos hasta los cazadores.
- El enfoque social: Las monterías son eventos grandes, a menudo sociales y en los que participan un gran número de cazadores.
Batida: Caza en el Norte de España
En contraste, las batidas son características de las comunidades del norte de España, donde el terreno y la fauna exigen un enfoque más personalizado y menos ruidoso. En estas regiones, como Asturias, la caza tiene un carácter más comunitario, donde se da gran importancia al conocimiento del terreno y al respeto por la biodiversidad local. Las batidas, que se suelen realizar para cazar jabalíes o corzos, requieren una organización diferente: un número menor de cazadores y la utilización de perros entrenados, pero en un número más reducido en comparación con las rehalas del sur.
Los batidores, cazadores que se desplazan por el monte para empujar a los animales hacia los postores, juegan un papel crucial. Su habilidad para trabajar en grupo, sin el bullicio de las grandes rehalas, es lo que distingue a las batidas del norte. Además, las batidas en el norte se realizan en territorios más abiertos y agrestes.
Características clave de la batida:
- Terreno abierto: El monte no está cercado, es probable que no se cace nada en la jornada.
- Menos perros: En lugar de grandes rehalas, en el norte se utiliza un número más reducido de perros.
La clave está en reconocer que ambas modalidades responden a diferentes tradiciones, adaptadas a sus respectivos territorios, y que ninguna de las dos es superior a la otra. Respetar ambas formas de caza, y entender sus particularidades, es la mejor manera de honrar una actividad tan antigua como la propia naturaleza.